La admisión al colegio se basa principalmente en la voluntad de un estudiante de hacer el esfuerzo para lograr todo su potencial, no en la alta capacidad 'innata'. Los alumnos son ubicados en las diferentes clases según su conocimiento académico, mientras que la edad actúa como factor limitante. Los estudiantes que soliciten ingresar a 2.° grado y grados superiores deberán rendir las pruebas de diagnóstico para determinar la correcta ubicación.
Si se detecta que un estudiante está retrasado académicamente, este rara vez es rechazado. En vez de ello, se le ofrece, con un costo adicional, una de varias soluciones, en función de sus necesidades académicas. Estas pueden ser:
Escuela de Verano: Un curso de verano de seis semanas que se lleva a cabo en enero y febrero. Los estudiantes que están académicamente debajo del estándar requerido pueden asistir a este curso y a menudo compensan así las brechas académicas.
Lecciones Especiales: Un estudiante que está débil en una materia asiste a períodos extras en esa asignatura hasta que alcanza el nivel de la clase.
Clases Especiales Completas: Los estudiantes reciben programas acelerados para prepararlos para unirse a las clases regulares. En muchos casos, los estudiantes de Clases Especiales Completas hacen el trabajo de dos o más años escolares en uno.